Hace algunos años sufrí un accidente bastante fuerte del que por suerte salí ileso. Me encontraba solo, al volante de mi coche por una carretera comarcal por la que estaba habituado a pasar. Todo sucedió en una recta, en la que se puede adelantar. Circulaba detrás de un coche que iba bastante despacio, esperé a pasar un cruce y al ver que el coche de delante no ponía el intermitente me puse a adelantarlo con tan mala suerte que el conductor giró a la izquierda sin señalarlo. Os podéis imaginar lo que sucedió, por mucho que intente frenar me lo lleve por delante, destrozando todo el morro de mi coche.
Por suerte ninguno de los dos sufrimos heridas, simplemente el susto del golpe, pero no así los vehículos que quedaron bastante tocados. El del otro conductor se llevó el golpe en la parte lateral trasera y acabó con el chasis tocado. El mío, todo el morro destrozado, bomba del aire acondicionado, radiador, ventilador, vamos, que acabó hecho un cromo.
El problema ya no fue el accidente en sí, sino que el coche lo necesitaba para desplazarme al trabajo. Que iba a hacer yo hasta que se celebrase el juicio por el accidente, ¿reparar el vehículo y gastarme una pasta sin saber si me lo iban a pagar? O directamente comprar uno nuevo. Al final opte por buscar un desguace de coches en Sevilla y provincia donde localizar piezas usadas para repararlo y así no tener que abonar tanto dinero por la reparación en un concesionario. La verdad es que al final el coche quedó como nuevo y la reparación me salió casi 3.000€ más barata que si lo hubiese hecho con piezas nuevas. Os podéis hacer una idea de los daños que tenía el coche.
Si os encontráis en la misma situación os recomiendo que al menos contempléis la posibilidad, sobretodo en el caso de los golpes que tienen mucha chapa. Al fin y al cabo es solo eso, chapa que una vez pulida y pintada queda como nueva, no importa si es nueva o comprada en un desguace, al final luce igual de bien.