Un buen dentista en Bilbao, País Vasco, tanto como en el resto de España o del mundo, sabe bien que el cuidado de los dientes, y la ortodoncia en general merece una suma seriedad.
Se sabe que valiéndose de las nuevas tecnologías, personas inescrupulosas pretenden hacerse pasar por profesionales o realizar tareas que no les compete y que no guardan relación con su campo específico de especialización y desarrollo. Un gran ejemplo de lo dicho es lo que viene sucediendo con los implantes dentales.
Hay plantillas que pueden indicar los lugares indicados para hacer la perforación, al igual que existen unos metales parecidos a herraduras que tienen dientes prefabricados adheridos a su estructura. Sin embargo un proceso verdaderamente serio significa la intervención coordinada de profesionales como un radiólogo, un prostodoncista, un cirujano dentista, y técnicos.
Y es que nuevos programas especiales para estas tareas no visualizan en la pantalla del ordenador la calidad de la encía, o su grosor. Esta última característica es importante de conocer pues solo así un implante de larga duración puede permanecer estable y lucir bien.
Por ello existe el riesgo de que los implantes colocados fracasen si es que se encuentran fuera del hueso, o han sido colocados en uno muy delgado. Para que ello no ocurra es necesario la supervisión y el visto bueno del equipo mencionado y no dejarse engañar por improvisados o semiprofesionales.