La universidad

Todos los que hemos visto desde pequeñitos las series y películas americanas hemos soñado desde siempre (algunos más que otros) en graduarnos con honores en la mejor Universidad. Veíamos esos chicos que terminaban el instituto con una fiesta de graduación, para luego ir a la universidad.

Pero no iban a cualquier universidad, a la que tuvieran más cerca de su cada no. Sino que buscaban cual era la más adecuada para ellos e intentaban conseguir una beca a través de dos opciones: buenas notas o habilidades deportivas. ¿Y qué hacían luego? Enviar cartas de solicitud con sus actitudes, referencias, notas… Para una vez dentro disfrutar de todos los acontecimientos que ocurrían en torno a un Campus. Nadie puede decir que no ha visto ese proceso.

A mí personalmente este tipo de historias me marcaron y año tras año mientras estaba en el instituto soñaba con estar en el Campus disfrutando de un descanso junto a mis futuros compañeros.

La verdad es que en realidad fue una gran motivación para tener desde pequeño el objetivo de dirigir mi porvenir hacia una buena formación asentada en éxitos académicos. En definitiva para no caer en la tentación del desdén por los estudios y un mundo desasosegado en el que vi a muchos de mis compañeros.

Así, termine la Universidad con varias matriculas y el reconocimiento de muchos profesores. Los cuales querían que empezara a realizar el doctorado para terminar dando clases en la universidad pero sentía que me faltaba algo y decidí realiza un Postgrado de Excelencia para especializar aún más mi carrera. Fue una de las mejores decisiones que he tomado y tras unos años de centrar mis cualidades con mis preferencias, ahora he conseguido el trabajo perfecto para mí. Todo se lo debo a la universidad.

Por eso, animo a todos los padres a que cuiden la educación de sus hijos y consigan que estos tengan siempre en un punto de mira el realizar estudios superiores. A la larga nos lo agradecerán.

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