Mucho se ha hablado sobre las cajas de cambio automáticas. Si bien es cierto que los vehículos que las poseen suelen salir un poco más caros que las versiones que montan la caja manual hay que reconocer que tienen sus ventajas.

Antiguamente y debido a la tecnología de la época este tipo de cambios eran muy lentos y solo se montaban en coches de gama media – alta. En estos caso la diferencia de precios, debido ya al propio precio del vehículo, era muy abultada ya que por ejemplo en un coche de unos siete millones de las antiguas pesetas tener el cambio automático podía suponer hasta casi un millón más por el simple hecho de poner este tipo de cambio.

En la actualidad, esta diferencia se ha reducido drásticamente y todo gracias a las evoluciones que las diferentes marcas han tenido en este tipo de cambios. Hoy por hoy podemos encontrar cambios automáticos hasta en utilitarios cuyo precio no supera los 10.000€ y la diferencia en estos casos entre montar el manual o el automático puede que no supere ni siquiera los 1.000€ algo impensable hace tan solo 10 años.

Pero vamos a lo que nos interesa. El simple hecho de tener el cambio automático significa que es el propio coche, en este caso la centralita, la que se encarga de gestionar el cambio según las necesidades del motor y las reacciones del conductor. Esto es muy beneficioso tanto en viajes largos como en desplazamientos urbanos. Siempre que tenga una conducción relativamente constante y sin excesivos acelerones podrá conseguir un buen ahorro de combustible. Piense que muchas veces, si circula actualmente con un coche manual, suele revolucionarlo más de lo debido antes de cambiar de marcha. En los cambios automáticos actuales, a no ser que presione bruscamente el acelerador, el coche ira acelerando progresivamente hasta que alcance las revoluciones preestablecidas para cambiar de marcha.

Además, estos coches al no poder frenar con la reductora suelen ir equipados con unos juegos de frenos más potentes para detener con más facilidad el vehículo, algo que en caso de apuros puede agradecer.

Éstas son las principales diferencias entre cambios, ahora ya es cuestión de gustos.