Lo dicen las estadísticas: la proximidad del verano nos hace ser más conscientes y constantes en cuanto a esos kilos de más de los que siempre nos queremos deshacer. La perspectiva de lucir algunos centímetros más de piel que en el invierno junto a la posibilidad de veranear en un destino playero hacen que recordemos el propósito que probablemente hicimos en año nuevo, ese de cuidarnos más, hacer algo de ejercicio y perder al menos el peso ganado durante la celebración de las fiestas navideñas.
No obstante muchas personas se embarcan en dietas que prometen perder peso en muy poco tiempo, algo que los médicos tienen meridianamente claro: las llamadas “dietas express” o “dietas milagro” son perjudiciales para la salud, además de ofrecernos el temido efecto rebote que nos hará volver en poco tiempo al peso inicial. Puesto que la salud debe primar siempre ante la estética, lo más recomendable en estos casos es realizar un control de peso con profesionales especializados y no por nuestra cuenta, ya que podemos estar privando a nuestro organismo de nutrientes necesarios para su buen funcionamiento. Todo ello sin olvidar que no todo vale en la carrera para perder peso y que pretender hacerlo sin control alguno puede tener fatales consecuencias para nuestra salud.
Pero como bien aconsejan los expertos, cuando queremos cuidar nuestra figura no sólo basta con controlar nuestra dieta. Es necesario realizar ciertos ejercicios para perder peso desarrollados por especialistas para poder quemar grasa sin que nuestras articulaciones sufran por ello. El ejercicio físico, recomendable en todo momento queramos o no perder peso, se convierte en un gran aliado para las personas que realizan una dieta, además de contribuir a mejorar nuestro estado de ánimo en general mediante la liberación de endorfinas. Si a ello le unimos el fortalecimiento de la musculatura que obtenemos al realizar cualquier tipo de ejercicio físico, obtendremos una fuente de beneficios para la salud a la que no deberíamos renunciar en ningún momento. Una actividad física que no tiene por qué restringirse a las que suelen practicarse en un gimnasio sino que podemos adaptar a nuestros gustos y costumbres. Caminar hacia el trabajo, subir las escaleras en lugar de utilizar el ascensor, practicar nuestro deporte favorito o salir a correr con nuestro perro, cualquier actividad es buena para mover nuestro organismo y hacer que nos sintamos mejor.