Todo sobre la natación durante el embarazo

Ya que muchas de las personas usuarias de las piscinas municipales de Madrid son mujeres embarazadas, hoy publicamos este artículo especialmente para ellas.

Durante los nueve meses del embarazo el cuerpo de la mujer sufre muchos cambios, uno de los cuales a menudo es el tan temido sobrepeso. Y en según qué momentos del estado de gestación, la mujer no debe realizar ejercicios que puedan resultar perjudiciales para el niño, como ir a correr, ir en bicicleta, esquiar, montar a caballo… Por otro lado, el parto es un momento de máximo esfuerzo, y será más llevadero si se preparan los músculos con antelación. Estas dos razones nos llevan a una solución ideal para las mujeres embarazadas: practicar la natación.

¿Qué beneficios aporta?

Nadar supone realizar un ejercicio seguro, y cada persona puede moderar la intensidad de la práctica en cada momento. El agua permite que la mujer se alivie de cargar peso, puede realizar más movimientos que en tierra de manera cómoda, y todo ello sin riesgo de lesionarse. Al nadar, la mujer tonifica multitud de músculos, activa la circulación de la sangre, reduce la hinchazón y practica la respiración controlada. Además, en las piscinas municipales de Madrid la embarazada podrá conocer y compartir experiencias con otras mujeres en su estado.

¿Cómo hay que nadar?

Lo cierto es que no hay un estilo más recomendable que otro: crol, braza, espalda, mariposa… aunque en las piscinas municipales de Madrid creemos que es bueno alternar las técnicas para disfrutar de todos sus beneficios.

Hábitos recomendables

Evidentemente cada mujer es un mundo, y las mejores indicaciones las proporciona el médico y el ginecólogo a cada mujer. Sin embargo, desde las piscinas municipales de Madrid te podemos informar de los hábitos recomendables para embarazadas:

–          No olvides calentar unos minutos antes de empezar a nadar, y del mismo modo, dedica unos minutos a estirar hasta relajarte antes de parar por completo.

–          Procura no cambiar de postura bruscamente; hazlo siempre despacio.

–          Vigila que tus pulsaciones no aumenten más de la cuenta.

–          Nada de manera continuada. Acude a las piscinas municipales de Madrid unos 4 días a la semana. Si paras durante un tiempo, tendrás que volver a empezar de manera muy progresiva.

–          Si notas que te cansas demasiado, que te mareas o que tienes náuseas, sal en seguida del agua.

Si quieres adecuar tu práctica o realizar actividades dirigidas, infórmate de todas las opciones en la recepción de cualquiera de las piscinas municipales de Madrid.


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