El periodismo es una de las profesiones más más emocionantes pero a la vez peligrosas que hay. Para los que creen que ser periodista es solo preguntar que paso levantando el teléfono o buscando en internet, están sumamente equivocados y ahora les explicaré por qué.
Como en muchas profesiones, la del periodismo encuentra su punto de partida en la calle, donde pasan las cosas, en el día a día, un buen periodista debe estar en el momento y lugar ideal, buscando la verdad y la noticia, muchas veces a cuesta de poner en riesgo la integridad física y psicológica.
Un ejemplo claro es cuando se un reportaje o una nota periodística sobre delincuencia o un enfrentamiento de barras bravas, el periodista busca contacto con los líderes para poder hacerle preguntas y muchas veces se reúnen con ellos, exponiéndose a que algo les pueda pasar, claro que en esos casos lo recomendable es que se vaya con un agente de seguridad para estar protegido.
Otros de los riesgos a los que un periodista se enfrenta, son por ejemplo:
Agresión por miembros de seguridad, esto pasa cuando es necesario tomar las declaraciones de una persona importante como un ministro, un congresistas y los agentes no permiten el acercamiento, terminando por agredir muchas veces a los profesionales de la noticia.
Amenazas contra la vida: Muchas veces en las manos de los periodistas está información muy importante sobre alguna persona reconocida y su difusión puede poner en riesgo su reputación, por lo que el periodista puede ser amenazado de muerte si logra sacar la información a la luz.
Problemas legales: esta es una práctica común de las personas que se fueron afectadas por la divulgación de alguna información, con este mecanismo se trata de intimidar legalmente a los periodistas para que no sigan investigando.
La muerte: esta no ajena a la profesión, lo que aclara el panorama de lo que implica ser un periodista, donde intereses personales pueden acabar con la vida de quienes intentan buscar siempre la verdad de las cosas.