Si tienes previsto realizar una reforma creo que puede ayudarte escuchar cómo fue mi última experiencia. Yo odiaba las reformas porque hace años hicimos una en el baño y fue un auténtico desastre. Por este motivo, al reformar mi cocina, decidí seguir los consejos que me dio una buena amiga, con mucha experiencia en el tema que se encarga de gestionar reformas integrales en Alcoy.
Lo primero que me dijo es que no me volviera loca pidiendo presupuestos a diestro y siniestro, sino que escogiera cuidadosamente a tres profesionales entre los que me recomendaran amigos y conocidos. También me dijo que tuviera un proyecto más o menos claro sobre qué quiero hacer antes de que vinieran a casa, estando abierta a ideas, pero con un plan definido. Así, los presupuestos estarían basados en la misma idea y serían más fáciles de comparar.
Las entrevistas con los contratistas
Escogí a tres contratistas y todos ellos vinieron a mi casa para valorar el trabajo y darme un presupuesto. Mi amiga me dijo que cuando estuvieran en casa les preguntara por los trabajos realizados al margen de los que hicieron con mis conocidos. Me daba un poco de apuro preguntar por la experiencia, pero lo cierto es que ellos encontraron mis preguntas muy normales e incluso alguno tenía en su Web fotos de trabajos para que pudiera verlos y valorarlos.
Tampoco tuvieron reparo en contestar a todas mis preguntas hasta que no tuve dudas sobre cómo se haría el trabajo o sobre las garantías que me ofrecían respecto a la fecha de comienzo y de finalización del proyecto. Aquí ya descarté a una de las empresas porque no me daban ninguna garantía por escrito, lo que me hizo desconfiar.
La elección final
Ya con los dos presupuestos que quedaban en la mano y con todas las dudas resueltas, nos sentamos a ver cuál era el mejor. No valoramos tan solo el precio, ya que de hecho eran bastante similares, sino que juzgamos por los trabajos que habían realizado antes y por las ideas aportadas para nuestra reforma en concreto.
Finalmente, nos decidimos por una de las empresas ya que nos aportaron muy buenas ideas que nos parecieron muy acertadas. Nos llevó un tiempo tomar la decisión, porque sopesamos muchos factores y nos preocupamos mucho de mirar sus valoraciones en Internet y los comentarios de otros clientes. Pero todo ese trabajo valió la pena porque al final todo salió muy bien, la cocina quedó perfecta y ya no tengo miedo a las reformas.