Cuando aparecieron nadie sabía muy bien a qué se dedicaban estos centros culturales, pero con el paso del tiempo se ha demostrado que son esenciales para que nuestros hijos puedan interiorizar un concepto fundamental: aprender jugando. Y fue ahí donde incidieron las ludotecas con fuerza, para demostrar a los padres que se podía entender el tema de la educación desde un punto de vista novedoso y renovado. Por eso hoy queremos hablar del asunto, porque entendemos que un niño debe integrarse en la dinámica de uno de estos sitios, al lado de otros chavales, haciendo amigos y conformando lazos de camaradería que le ayudarán a practicar su sociabilidad.
Para ello es obvio que debemos llevar a nuestro hijo a una ludoteca, es un primer paso bastante lógico. Por eso puede ser interesante que entres en btelefonos y busques la que más cercana tengas o la que más programación educativa muestre. Como en este buscador de empresas puedes encontrar un montón de información discriminada por sectores profesionales no tendrás nada más que buscar en la rama de educación y ponerte en contacto.
Tras decidir a dónde vamos a llevar a nuestro hijo toca saber qué es lo que va a hacer en la ludoteca. Esto es importante porque la información nos evitará llevarnos disgustos. Puede ser que creamos que nuestro hijo está aprendiendo unas cosas y luego se practiquen destrezas distintas, así que pide la información detallada cuando lo lleves el primer día.
Todos los pedagogos afirman que un niño aprende mucho más rápido jugando. Esto es algo claro y meridiano, y no hace falta tener estudios para llegar a la misma conclusión. De ahí que acudir a la ludoteca con nuestro retoño, además de ser placentero por el mero hecho de estar en un espacio de ocio y tiempo libre, activa varias áreas del cerebro que son esenciales para su aprendizaje futuro. Y como practicará la amistad, los juegos en conjunto y las habilidades grupales, podemos concluir que todo ello redundará en su beneficio y, por supuesto, en tu tranquilidad. Que a veces a los padres se nos tacha de sobreprotectores, pero en este caso ni mucho menos es así la cuestión.